Este
año no pude recorrer las calles de esa Habana
que me prestaron durante cinco años. No pude correr tras ningún P, o perder el
aire por la apretazón, o aguantar pisotones y empujones. No pude ir al Morro ni a La Cabaña. No pude
perder un día entero haciendo colas para entrar y salir de los pabellones, para
mirar y hojear libros que no podré
comprar. No pude alcanzar la noche de conciertos, de cañonazos y algo más….
0 comentarios: