Soy de las que suelo dejar pasar las “guaguas=ómnibus” por
caminar. Me gusta y disfruto recorrer
las calles de mi ciudad. Ayer caminando por el puente Calixto García, más conocido como el de Tirry, me llama la atención la aglomeración de
personas apoyadas tras sus barandas. Observaban
extasiados algo en llas mérgenes del río San Juan. Cuando al fin consigo acercarme, veo unos
chapoteos enormes en el agua. No
alcanzaba a dilucidar bien a los causantes de este alboroto, pues se zambullían
y no dejaban de juguetear. ¡!Era una pareja de manatíes!! No se sabe por qué llegaron hasta ahí, si
estaban perdidos o la corriente los arrastró, pero tan solo con su presencia le regalaron a todos
los matanceros un hermoso espectáculo como regalo por el 14 de febrero. Y según parece pronto tendrán un futuro manaticito. Aquí comparto con ustedes las
instantáneas que el lente del fotógrafo Ramón Pacheco logró captar, ya que
todos los días no vemos manatíes en
Matanzas.
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