Si el escritor
Jorge Isaac hubiese publicado su novela María
en el siglo XXI, lo más probable es que María no se hubiese muerto virgen y sin
apenas haberle dado un beso de amor a Efraín.
Este autor
seguramente cambiaría varios capítulos de su libro porque en la era moderna, es
de esperar que estos dos adolescentes hubiesen tenido relaciones sexuales en un
empezar y pasar de página.
Sin prever las
consecuencias que conllevarían desde una enfermedad de transmisión sexual o el
SIDA hasta un embarazo no deseado, interrumpido en muchas ocasiones por un
aborto provocado.
El
aborto provocado es un tema que cala en todos los aspectos de las relaciones
humanas y llega al fondo de la estructura de la sociedad, opinó Ignacio
González Labrador, Máster en
Pedagogía de la Sexualidad.
Labrador, también especialista de primer grado
en Ginecoobstetricia, comentó que no se puede entablar una discusión sobre el
aborto, sin que no se tomen en cuenta los aspectos sociales, políticos,
morales, legales y médicos.
“En
Cuba el aborto no es penado por la ley, ni es perseguido, hay una gran
cobertura de métodos anticonceptivos, sin embargo, nuestras mujeres hacen uso
de él de una forma indiscriminada y se considera que las tasas cubanas de
aborto son altas”, aseveró la Máster de Pedagogía de
Sexualidad,
Emilia Miyar Pieiga.
El Doctor Carlos
Menéndez Alfonso Menéndez señala en su Tesis de Maestría Estrategia de trabajo para el aborto en adolescentes que el grupo etario
entre 15-17 años es el que más solicita el aborto y que se observó un
incremento del aborto temprano en menores de 15 años.
“Se plantea que más del 70 por
ciento de las mujeres que acuden a una consulta de infertilidad para lograr un
embarazo, tienen como antecedente uno o más abortos durante la adolescencia o
en su etapa de adulta joven, como posible causa de obstrucción tubárica”,
afirmó Alejandro J. Velasco Boza, director del Hospital Docente Ginecobstétrico capitalino
América Arias.
El Doctor Jorge Peláez Mendoza
estimó que en el mundo se producen entre treinta y seis y cincuenta y tres
millones de abortos y que alrededor de doscientas mil mujeres mueren cada año
como consecuencia de las complicaciones de este proceder.
La estudiante de quinto
año Medicina Liana Burgois asegura que hoy el anticonceptivo preferido es
acudir a maternidad y abortar.
“Los procederes a ciegas son
riesgosos porque dejan restos que producen la concepción, trae complicaciones
por los restos ovulares, sangramientos”, afirmó la doctora Emelina Pérez
Rodríguez, especialista de II grado en gineco-obstetricia
Los países que imposibilitan el aborto bajo
el manto legal de impedir con esto un presunto homicidio, lo que han hecho es
agravar el problema.
Pese a
las prohibiciones, en América Latina se estiman en varios millones el número de
mujeres que abortan ilegalmente. El aborto es práctica legalizada solamente en
Cuba, Puerto Rico, Canadá y los Estados Unidos, expresó Mendoza.
El doctor Ercilio Vento Canosa,
especialista en medicina legal, explicó que el Ministerio de Salud Pública
(MINSAP) trata de proteger la vida de la madre, con el sustento jurídico de que
hasta que el niño no respira por si mismo no adquiere la condición de persona,
mientras tanto está en condición de feto.
Comentó Ercilio que desde el
punto de vista ético médico tiene otra visión porque cuando se produce la
interrupción de un embarazo, se le está dando muerte a algo vivo, aunque esto
depende de si la persona que lo hace lo considere o no moralmente lícito o
ilícito.
“Recuerdo casos de personas que
han parido en un servicio sanitario, lo han ahogado y dejado en ese lugar. Para
nosotros es muy importante si el feto respiró o no, si no respiraba era feto,
pero si respiró entonces hablamos de un ser humano con todas las condiciones
legales que lo hacen persona, lo que se considera homicidio”, añadió Vento
Canosa.
Habría que señalar que la falta
de conocimientos sobre el tema, la educación sexual en edades tempranas y la
poca comunicación en el seno del hogar han posibilitado que la interrupción del
embarazo sea visto como un método contraceptivo.
Por lo tanto no se adoptan las
medidas necesarias para prevenirlo y se ha convertido en una solución
aparentemente fácil ante un embarazo no deseado.
Por: Lis
García Arango y Yailín Alicia Chacón Guzmán
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