Camionero, inicio de un largo viaje sin retorno

El cortometraje Camionero, del director Sebastián Miló, desde su estreno en la Muestra Joven, ha ganado seguidores y detractores. Bajo el místico género de la ciencia-ficción se reflejan escenas violentas de la cruda realidad que experimentan un grupo de adolecentes en las antiguas escuelas al campo de Cuba. Recientemente Miló y los tres protagonistas del corto visitaron la ciudad de Matanzas, a propósito del XXXV Festival del Nuevo Cine Latinoamericano. Con estos actores conversé para conocer acerca de las interioridades del audiovisual.

Camionero Mayor (Sebastián Miló)
 

-¿Cómo surgió la idea de hacer Camionero?
SM: Yo siempre quise, tenía incluso las ideas, pero el argumento, o parte del argumento como es la parte de alguien que termina matando al resto de sus compañeros, es inspirado en el cuento “A la vencida va la tercera”, de Yomar González,  y eso me animó para empezar. Salió por una convocatoria del cine de la muestra temática de jóvenes realizadores. Se acababa de morir Humberto y en esa ocasión se dedicaba a la violencia de género. Presenté el proyecto porque Camionero aborda la temática de la violencia intragénero, de la que se habla poco.

-¿Cómo se desarrolló el proceso de filmación?

SM: El corto se hizo muy rápido, en una semana y muy fácil. Yo tuve mucho apoyo del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC).

-¿En qué se basó para la selección de los actores?

SM: La selección fue previa aunque pasaron dos años desde que yo escribí el guión. Pero en cuanto estuvo el guión lo presenté en la Muestra Joven, en el pitching de la muestra. Hicimos un casting y Reinier siempre fue el malo de la película, incluso el protagonista Héctor Medina, que es el que cuenta la historia, en un principio iba a ser Milton García , pero a Milton no lo autorizaron en la Escuela Nacional de Arte. Al final Héctor Medina hizo el personaje, lo leyó, le gustó y empezamos a trabajar muy rápido, creo que 10 días antes de filmar. Nos fue muy bien, tuvimos una compenetración tremenda. Fue una casualidad porque yo buscaba a un muchacho que fuera menudo y lo encontré y casualmente era actor de Carlos Díaz. Así que de repente eran tres actores que trabajaban juntos y que vinieron por vías diferentes. Y Carlos Díaz en talleres anteriores con ellos y con el resto de los personajes me ayudó a prepararlos según el guión y a implementar la técnica.
 

-¿Cuál fue la escena más difícil?
SM: Creo que el comienzo, que fue con un plano bien sencillo, un muchacho mirando a la madre que llega a la escuela. Hubo escenas difíciles, pero ellos eran buenos actores y unos los guiaba y todo fluía solo. Las escenas de violencia fueron las más fáciles y las más divertidas de hacer, porque todo estaba muy pactable con ellos,

-¿Si retrocediera en el tiempo, qué le cambiaría a Camionero?
SM: No si uno le va a hacer un cambio a un trabajo se lo hace al día siguiente. Los trabajos son de un momento y este es hijo de un momento, de un minuto, de una circunstancia, eso se supera con otro trabajo.

-¿Considera que se han cumplido sus expectativas?

SM: Mis mayores expectativas han sido satisfechas desde hace dos años, cuando se estrenó. La gente lo comenta, han salido muchos artículos en la prensa. En lo artístico me sentí bien porque logré que se pareciera a lo que yo tenía en la cabeza en un 99 por ciento. Además conté con actores buenísimos, un músico excelente, y pude filmar en el lugar deseado.

Camionero I (Reinier Díaz)

 

-¿Qué ha significado para ti trabajar en Camionero?
RD: No es la primera vez que hago cine, pero sí un personaje protagónico en un corto de cine, las veces anteriores fueron apariciones especiales, en el corto “Mérito de alacrán”. Camionero es el primer reto como protagónico, no fue tan difícil porque trabajé con dos actores que ya conocía porque pertenecemos a la misma compañía teatral El público. Para un actor siempre es importante conocer a los otros actores porque sabe las limitaciones, las virtudes y las herramientas con las que trabajar, dar, pedir. Sabes  por donde llevar la escena, por donde lograr más cosas cómodamente  y por eso no me resultó complejo. Aunque siempre existen sus complicaciones por el argumento mismo del corto, por ejemplo, violentar a un compañero de trabajo como lo hice en las condiciones que él estaba, que se sentía un poco cohibido, y estaba medio acatarrado, precisamente el día de las escenas más difíciles.
 

-¿El director era exigente, había una disciplina?
RD: No le hizo falta ser exigente, nosotros venimos de una formación teatral, donde se es mucho más exigente. El director contigo y tú mismo como actor te cuidas ya tienes una dinámica de trabajo creada, y cuando hay una empatía no se tiene que estar pasando las escenas.

-¿Cómo se comportó la filmación del corto?
RD: Nosotros casi no ensayábamos, montábamos escenas de cada personaje una semana antes con Carlos Díaz en el Trianón. No se rodaron más las escenas, no hubo guiones, vimos la locación, hicimos un montaje escénico y estuvimos cuatro días de rodaje y Héctor después tuvo solo que grabar la voz.

Nosotros gozamos, entre las escenas del corto nos reíamos. Nos tomábamos un traguito si había frío, salíamos, fumábamos, conversábamos y nos divertíamos. Luego preparaban la página, nos concentrábamos cinco minutos antes y empezábamos a grabar la escena. Trabajar así es un vacilón, es lo más rico del mundo, no hay escenas difíciles. En Camionero no recuerdo haber tenido una escena difícil, por el contrario, no se ve en la pantalla, pero uno disfruta mucho.

-¿Qué proyectos tienes?
RD: Tengo una película que se estrenó en Cuba en el XXXV Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. Además estoy girando la película “Si se puede”. Ahora descanso de tres años ininterrumpidos de puro teatro y grabaciones.

Camionero II (Héctor Medina)
 

-¿Qué experiencia le aportó filmar Camionero?
HM: Camionero fue un reto personal. Me ha dado mucha seguridad como actor. Después siempre que voy a rodar algo pienso y me inspiro en Camionero.

Fue un trabajo que quedó bastante bien. Lo vio bastante gente. Creo que actualmente nos conocen más por Camionero que por otro trabajo. Nos trajo premios, reconocimientos del público y experiencia de trabajo, de producción. El corto ha demostrado que en los dos años que lleva rodando todavía sigue sonando.  Camionero ha tenido un éxito impactante.
 

-¿Cuánto de ciencia ficción y de realidad tiene Camionero?
HM: Camionero no es basado en una historia real. Se ubica en las décadas del 70 y 80, épocas críticas de verdad. Por ello las personas de esa generación se deben sentir identificadas con algunos elementos de la historia.

Pero para nadie es un secreto que esas hechos pasaron y hasta peores. El filme ha tenido éxito en el público joven ávido siempre de estas escenas de violencia, de acción porque a los jóvenes les gusta. Yo creo que se dijo una verdad que hasta el momento no se había tocado.

Caminero III (Antonio Alfonso)
 

-¿Qué ha significado Camionero en su vida?
AA: En lo personal me trajo mucha experiencia, cada vez que tengo que hablar lo hago de Camionero. Este corto me abrió muchas puertas. Todo lo que hecho posteriormente ha sido porque me han visto en Camionero.
 

-¿Cómo se siente ser la víctima en el filme?
AA: En mi caso si fue el primer audiovisual que hice. Me fue cómodo hasta un punto porque cuando uno está enfermo y hace frío y es la primera experiencia que tiene, entonces te cuesta un poquito de trabajo. Pero después de ver los resultados a mí se me olvidó.

Cada espectador que viene hablar conmigo me comenta de algún acontecimiento parecido que vivió y se agradece porque cada persona tiene su historia. Muchos han llegado a identificarse con cada uno de los personajes porque muchos hemos sido víctimas, victimarios o por lo menos público.

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