El sueño de toda la vida del
chef de cocina Roberto Ojeda Herrera fue abrir un restaurante propio. Pero desde
hace un año y medio lo concretó. Para esto transformó la planta baja de su
vivienda particular, ubicada en Varadero, en un acogedor sitio con una
decoración un poco alejada de los patrones comerciales, y más bien apostando por
una cultura que rescate los valores y la
idiosincrasia del pueblo varaderense.
Se
vislumbran en este lugar dos remos en la reja de la entrada, sillas con la
forma de un timón en el espaldar; de una manera simbólica se pueden encontrar
sobre las paredes elementos propios de la región, tales como: el escudo, el
himno local de Varadero, un mapa de la península dibujados en la pared, todo
pensado intencionadamente para que el cliente, tanto nacional como internacional,
se lleve no solo el buen sabor de la comida cubana, sino el conocimiento de la
historia de la región.
“De la flora
y la fauna tenemos el cactus gigante de
la reserva ecológica El Patriarca, de más de 500 años y los perritos de costa que son oriundos de esta
zona. También teniendo en cuenta el testimonio de los nativos se aprecia el
pirulí, el mamoncillo, productos que se vendían sobre la arena de la playa”, describe
Arelys Hernández González, esposa del titular del restaurante.
El recibidor de la entrada
muestra una mini galería de fotos sobre la vida deportiva del anfitrión de la
casa: Waco. De ahí proviene el nombre del establecimiento.
Roberto Ojeda González, más
conocido por Waco, es el padre del titular del negocio y a su vez una figura
ilustre del balneario, por su destacada trayectoria como timonel en el deporte
de remo, y ganador de medallas en varios
eventos internacionales.
Waco es el sobrenombre conque su
abuelo bautizó al nieto que lloraba tanto, un día jocosamente le dice:”Eres un guaco
cualquiera”, con g según el Diccionario
de la Lengua Española, entre uno de sus significados es una planta de flores
blancas de olor nauseabundo, por eso para su abuelo era una hierba mala.
Inquieto el muchacho que daba brincos y más tarde practicó gimnasia. Su abuelo
no podría imaginar que su apodo quedaría entre familiares y amigos, y después
en el deporte todos lo reconocen como Waco. Es muy difícil que pregunten donde
vive Roberto, hay que preguntar dónde vive Waco. El Club viene como la idea de
que es un club de remos”, explica Arelys.
El restaurante abre diariamente
sus puertas de 12:00 m a las 11:00 p.m. Posee dos turnos de trabajos, para un
total de 14 trabajadores y de ellos siete tienen vínculos familiares.
Quizás en el equipo de trabajo,
en el cual todos son profesionales, radica su clave del éxito.
El plato insignia de la casa es
el pescado y los mariscos, aunque ofertan comida criolla como pollo, cerdo,
conejo y si el cliente gusta de algo específico que no está en la carta, lo
puede solicitar al chef en ese momento o coordinarlo con previa reservación.
Tal vez por la zona en que se
encuentra localizado acude más el cliente extranjero que el nacional, y el
número de repitentes aumenta, además la afluencia fluctúa según las temporadas
altas y bajas de turismo en la
Isla.“No hay diferencias entre clientes nacionales o internacionales,
todo el que nos elija recibirá el mejor servicio a la altura de lo que el
cliente merece”, afirma Arelys.
Oportunidades para todos
“El trabajo por cuenta
propia es algo nuevo para todos los cubanos, antes existía, pero ahora se
incrementó masivamente y todos estamos aprendiendo. Pienso que es bueno que las personas puedan crear ideas y salir
adelante, creo que como yo muchas personas a todo lo largo de la Isla, quizás estén en iguales
condiciones y que con el esfuerzo, con el conocimiento y la experiencia laboral
pueden realizar sus sueños y ayudar a
otros cubanos contratando su fuerza laboral”, considera Roberto Ojeda Herrera,
el titular.
Ojeda agradece a todos sus trabajos anteriores en centros estatales
como cocinero profesional, pues le ayudó a tener una noción de lo que es un
restaurante.
El joven Yuset El Assafiri Ojeda, con delantal, pantalones y un
pequeño lazo negro adornando su camisa blanca, asegura que luego al no poder
continuar la carrera de Telecomunicaciones en La Habana, en el tiempo que pidió
licencia su tío, el dueño le propuso trabajo y él aceptó la propuesta de
trabajar con la familia.
Actualmente estudia Ingeniería Industrial en la Universidad de
Matanzas Camilo Cienfuegos, pero pretende cambiarse para el curso de
trabajadores porque los estudios le llevan un esfuerzo extra y no quiere
abandonar el restaurante, en donde también le exigen responsabilidades.
“Pienso que es una oportunidad buena para los jóvenes universitarios
debido a los problemas económicos que a veces tienen a la hora de ir a fiestas,
de compartir sanamente”, asegura Yuset.
Especializado en el área del salón y la cantina, cada día prepara
nuevos tragos, pero el más pedido es el mojito cubano. “Al principio pasé mucho
trabajo porque yo no tengo título de gastronómico, ni de cantina y todo lo que
sé lo aprendí en la marcha con la ayuda de los compañeros que están aquí,
delante de la cocina. Aunque la tradición es familiar, mi papá es gastronómico,
mi tío es chef y así me he superado y he estudiado mucho de noche”.
A Ramón Sánchez Pino, graduado en Contabilidad y Finanzas, también se le
dio la posibilidad de trabajar en un principio como promotor de ventas y luego
de dependiente, tras haber pasado un curso en esa modalidad en la Casa del Chef. Procedente de
Jagüey Grande afirma sentirse como en casa y que Waco´s Club ha sido como una
escuela.
“Vengo todos los días a trabajar y no lo veo como un trabajo por el
clima favorable. He trabajado en muchos lugares y este ha sido el mejor lugar, quizás
porque muchas personas son de la familia”, asevera Ramón, quien aspira a
adentrarse más en el mundo de la gastronomía para dar un buen servicio, ya que
el cubano ha estado ajeno a eso durante mucho tiempo.
Para el cocinero Osmany Delgado Pérez, a quien ningún plato le resulta difícil preparar, asegura que se lo
debe a su experiencia anterior en el sector turístico estatal. “Esto es lo que
he hecho toda la vida, lo que hago es
llevar a la práctica lo que hacía en los hoteles, pero más relajado.
Aunque todos los días me exijo un poquito más, veo videos con nuevas recetas de
cocina, paso cursos”.
También Danetsy González Álvarez, estudiante de Cocina de nivel I, en la Casa del Chef, se preparaba
para la presentación de un plato, porque la intención del Waco´s Club es brindar
asesoramiento como sector no estatal a este centro de estudios, y acoger a
estudiantes para que realicen sus prácticas allí.
Obstáculos
Una de las limitantes que agobian a los trabajadores del Waco´Club es
la falta de un mercado mayorista. “Estamos muy afectados por esta razón, tenemos
que comprar grandes cantidades de productos diariamente y lo tenemos que hacer
en las tiendas minoristas, donde también afectamos a la población porque le
sustraemos grandes volúmenes de mercancía porque nos hace falta para el
servicio y realmente hasta el momento no se ha tomado una acción.
“Estamos hablando de insumos que muchas veces no los encuentras, se te
agotan los productos por un lado y si tuvieras una tienda mayorista fuera
diferente y podríamos brindar un servicio con más calidad”, comenta Arelys.
Mientrás el cocinero Osmany Delgado Pérez,
graduado en Cocina Piramidal, en la
Escuela de Hotelería y Turismo de Varadero (FORMATUR) coincide
en que debería existir una tienda donde comprar los alimentos directo, sin
afectar a la población.
En
la preferencia
Arelys hojea con nostalgia
el libro de firmas y de repitentes que dejan sus impresiones. Recuerda cada
rostro, el plato que pidió cada quien, y el nombre de quienes han dejado su
marca.
Al inicio del gran álbum,
atesora una foto de quienes consideran sus primeros clientes y precisamente a
través de ellos llegaron al portal Tripadvisor,
donde actualmente se ubican en una posición privilegiada dentro de los 71
restaurantes de Varadero, registrados en el sitio.
“El mundo se
mueve con mucha tecnología y es el propio cliente el que llega y te informa
sobre el nivel de aceptación que tiene
el restaurant. El sitio Tripadvisor, poco lo revisamos y muchos clientes nos
dicen que nos buscaron allí, pero se mueve con mucha facilidad, hoy puedes
estar en una posición y mañana según los clientes que comentan este sitio, te
puedes mover a otra. Sucede que estar dentro de los primeros cinco ya es un
logro y para nosotros es un orgullo”,
argumenta Arelys, un poco temerosa porque estar en el primer lugar exige cubrir
un alto nivel de expectativas que el visitante demanda.
En diferentes idiomas se acoplan un sin números de valoraciones, y en
todas priman la aceptación. “En una noche de tormenta y a la luz a
de las velas, hemos disfrutado de una cena romántica, en uno de los mejores
restaurantes que hemos conocido en nuestra estancia en Cuba. Excelente servicio
y ambiente agradable, la mejor mesa, la del porche”, Sheila Álvarez y Javier
Iglesias, en un su breve comentario que titularon Dos gallegos en Cuba.
Of all the wonderful rythms he have Heard in this
beautiful land, no salsa notes compare to the symphony arranged, directed by the
Master Chef´s of Waco´s Club, and choreographed whit exquisite taste by the
waiting staff. I heartily applaud Waco´s Club daily concerto! Salut to the rest
we have found In Cuba, opina Gabriel Camera, latino, residente en Canadá.
Los cubanos Daymi y
Fernardo consideraron que fue una cena maravillosa acompañada de un excelente
servicio y exquisita cocina, no hubo mejor noche para comenzar nuestra luna de
miel.
Sin dudas, el
restaurante más lindo de toda Cuba (en todos los sentidos), se atreven a decir
los turistas Halia Martina y Simone.
Y hasta fotos auto
biografiadas y la opinión del Ministro de Turismo en Cuba, Juan Marrero, conservan
en estos libros. “He podido ver en el marco de FitCuba 2013 la alta calidad del
servicio que presta el colectivo de Waco´s Club. Ustedes son parte de la
implementación del lineamiento 262 en Varadero, en cumplimiento del turismo cubano.
Felicidades”.
Así
este colectivo va recogiendo los frutos de su sacrificio. “Ya son los sueños de
un equipo de trabajo completo, nos hemos hecho ilusiones, tenemos muchos deseos
de trabajar, de seguirnos superando. Se ve fácil desde fuera, pero hay que
trabajar duro, prepararse y tener el conocimiento, eso es obra simplemente de
todo un equipo de trabajo.
“Una
sola persona no puede hacer nada, sino estamos unidos. Sin un trabajo en equipo
no funciona y me parece que esa es la fórmula del éxito. Esperamos que el
equipo se mantenga porque si algo está funcionando bien, no hay porque cambiarlo”, concluye Arelys.
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