El sueño de toda la vida del
chef de cocina Roberto Ojeda Herrera fue abrir un restaurante propio. Pero desde
hace un año y medio lo concretó. Para esto transformó la planta baja de su
vivienda particular, ubicada en Varadero, en un acogedor sitio con una
decoración un poco alejada de los patrones comerciales, y más bien apostando por
una cultura que rescate los valores y la
idiosincrasia del pueblo varaderense.
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