“El repentismo es mi razón de ser”



Jorge Fundora González, conocido popularmente entre sus amigos con el sobrenombre de Papo, es un poeta repentista que asegura que nació con esa vocación y ya no la abandonará más en su vida.
Cuando llegan los “guajiros” al estudio del telecentro TV Yumurí comienza el espectáculo, la música y el canto resuena en cada oficina. Es imposible que pasen desapercibidos, con guitarras, tres y un laúd se las arreglan para hacer el “guateque campesino” que cada semana surge diferente.
A Papo lo conocí en uno de los ensayos para la filmación del programa De donde crece la palma, que se realiza en una terraza en los altos del telecentro. Entre décimas y pies forzados me ofrecí a indagar un poco en su trayectoria artística.

Este repentista nació en San Antonio de Cabezas, en 1946, y a los 11 años cantó por primera vez en público en una fiesta de un primo de su papá y desde esa misma edad sintió su vocación por escribir.

Insiste en que su fuente de inspiración es su familia y los cantos que desde niño escuchaba, pero especialmente por su mamá, quien componía y escribía décimas.

Él aprendió solo y escribía, incluso, con errores desde el puto de vista de la métrica, pero después empezó a  leer y a estudiar, a medir los versos. En la escuela obtuvo conocimientos generales de literatura, aunque todo lo ha hecho de manera autodidacta fundamentalmente.

Su mayor influencia la recibió de los poetas clásicos españoles. ”Me leí a todos los poetas de la Generación del 98, como Federico García Lorca, Antonio Machado y Miguel Hernández, y a poetas cubanos también. Constantemente estoy releyéndolos.

 “A mí me gusta la poesía escrita en sentido general y empecé a escribir por afición mis primeras escrituras que no eran en décimas, eran poemas”, comenta el decimista.

Jorge Fundora gusta de escribir y cantar, aunque su carrera como Licenciado en Economía (1992) se lo impidió ejercer a tiempo completo.

“Mi vida profesional desde los años 60 se fue por otro perfil, pues trabajé en el sector de la economía hasta el año 2006, entonces hacía estas actividades poéticas y las controversias por diversión o por hobbie,  y un tanto restringido por las obligaciones que tenía, que eran bastantes, pero nunca dejé de escribir”, confiesa Fundora.

Sin embargo, cuando se jubiló en el 2006 decidió entregarse al arte del repentismo y con una obra inédita consolidada, lo contrataron como escritor en el Centro Provincial de la Música Rafael Somalliva, de Matanzas.

A partir de ese momento su vida cambió el rumbo o quizás continuó el camino que debió emprender antes. Todas las puertas se le abrían y lo convertían en el hombre realizado profesionalmente que es hoy.
Posteriormente se integra a la emisora Radio 26 de forma permanente, en los programas Rumores de Tierra Adentro y Guateque Dominical..

Entre la radio y la televisión Papo prefiere la primera porque en cuanto a la televisión “me hace esforzarme un poco más, me parece que a veces todavía me queda demasiado grande. No me asustan las cámaras, pero es como una restricción”, refiere.

“En estos momentos realizo muchas actividades, tengo un nivel bastante fuerte de trabajo, estoy totalmente consagrado. Actúo sistemáticamente en conciertos, peñas campesinas y en otros eventos culturales”, asegura.
Además tiene obras publicadas en el libro La brevedad de lo eterno, por Ediciones Matanzas, en el 2009, y actualmente posee un libro en proyecto de publicación titulado Cantos y meditaciones, en el cual se apreciarán versos libres, sonetos, romances y décimas, todos de su autoría.

Las temáticas principales que aborda en sus versos son el amor, el intimismo y los sentimientos humanos, aunque también ha incursionado en la prosa con menos fuerza.

El sueño de Papo siempre ha sido “dejar mis obras escritas como herencia a mis descendientes y a mis hermanos, porque pienso que les puede servir de consulta, de espiritualidad, de recuerdo en los tiempos futuros cuando no esté”, precisa el Profesor Auxiliar Adjunto de la asignatura Filosofía, en la Universidad de Ciencias Médicas en Matanzas.

_¿Cree que el relevo está garantizado?
Con mucha fuerza, incluso en estos momentos los poetas más maduros comentamos que hay un renacimiento en la juventud en  los campos, sobre todo, aquí mismo en Matanzas. En La Habana, la capital del país, es donde más punto cubano y décimas se cantan. Los eventos demuestran que la juventud sigue como una corriente general, no hay que forzarla, viene en las raíces nuestras y por lo tanto con mucha más calidad porque existe más cultura, mayor nivel de instrucción.

_¿Cuáles son las cualidades que debe poseer una persona para ser repentista?
El repentista es un ser que logra fotografiar, llevar las impresiones que recibe del auditórium, del entorno, con una velocidad a veces inmedible y convertirla en poesía, a veces no se logra una poesía totalmente lírica, pero si una expresión que se convierte en un intercambio con el público. Por eso el repentismo se puede cantar cinco minutos y después de media hora improvisando es que uno se siente mejor.
El repentismo representa mi razón de ser, es como encontrar el objetivo fundamental  de la vida.

Muestrario de obras de Jorge Fundora González:

Décimas improvisadas:
Mi madre lloró por mí.
Sin el más mínimo alarde
aquella infructuosa tarde
que de la casa me fui.
Aquel día me despedí
con el dolor en el beso.
Pero luego del proceso
complejo de mi aventura
sonrió con la ternura
de una flor por mi regreso.

Pie Forzado:

A enlazar una mentira
En el patio nos parece
que le polvo maquilla el guano
del remolino lo mece.
El gato como una ese (s)
cazadora, un árbol mira
y un viejo atento que admira
todo el acontecimiento
sale en el potro de un cuento
“a enlazar una mentira”.

Romance:

“Desesperanza”
Pesa en el tiempo que toma
la tarde lluviosa y larga
como un escenario lleno
de una obra sin palabra,
que en la triste pantomima
de la imagen que levanta,
no motiva ni conmueve,
pero ha de ser soportada
por la expectación perenne
de quien la existencia carga.
Y un aterido sinsonte
que tiene su trino en jaula,
a veces por recordarte
quiere levantar las alas,
sin que se muevan sus patas
porque no vale la pena
volar, si no hay esperanza.

Décima escrita:

“Orígenes”
Matanzas, Sauto, Morrillo,
Valle, Catedral, Ermita,
tarde mustia en la contrita.
Pesadumbre del castillo.
Carilda con un anillo
alumbra tus lontananzas
y con sus versos, te lanzas
a desvelar a tus muertos
para que sigan despiertos
tus orígenes Matanzas.

Soneto:

“Agridulce niñez”
Yo crecí entre las cañas y los montes
con la niñez descalza en el camino
embriagándome la vida con el trino
de mayitos, zorzales y sinsontes.
Temprano me llegaron los aprontes
del trabajo agotador en los veranos
con los truenos ruidosos y tempranos
que nublaban la luz del horizonte.
Pasó a mi busca y amarga adolescencia
con los regaños constantes de mi padre
que ante nada mostró su complacencia.
Y ante la cruz social de aquel encuadre
con la ansiedad nublada de paciencia
en los ojos tristones de mi madre.


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