Flash en la ciudad de las historias que se bifurcan

Análisis del cortometraje primero de Tres veces dos

La realidad atrapada en un universo de ficciones, La Habana como una suerte de escenario intemporal, una mujer que se camufla entre las ruinas… verdades de otros mundos que solo revela una cámara antigua y sabia ante la cual se descubren los fantasmas. Una ciudad  a la que no abandonan sus muertos…
Son estas algunas de las impresiones primeras que produce en nosotros Flash, el primer cuento de Tres veces dos, un largometraje que vio la luz en el año 2003, el cual se encuentra conformado por tres historias.
Sin embargo detendremos la mirada en esta primera historia para desandar sus senderos invisibles y reconstruir esos universos ocultos que penden siempre de la obra de arte.
El cortometraje, realizado por Pável Giroud, nos invita a extender sobre él una mirada reflexiva que vaya desarticulando pieza por pieza una obra audiovisual realizada con muy bajo presupuesto, pero que logra un ambiente de suspense sumamente apreciado por quienes fuimos su público en alguna oscura sala de proyecciones.
Obsesiones, persecuciones, búsquedas de un sujeto fantasmagórico y de una irrealidad que nos trasciende, son algunos de los elementos que marcan los descensos y evoluciones de la trama. Flash nos invita a extender sobre él nuestra mirada escrutadora.


Memorias del subsuelo audiovisual
En cuanto al modo de concebir la obra podemos expresar que según Pável Giroud, realizador del cortometraje Flash: “… el cine es demasiado rico para que la cámara o el sonido sean simplemente elementos graficadores de parlamentos y diálogos. Yo estoy por la manera más minimalista, que cada plano tenga valor real y no sea mero adorno, pero, a la vez, que no sea tan elemental como graficar la vida.”   Con estas palabras encontramos algunos indicios sobre el modo en que se construye a través del relato, la intencionalidad.
Este realizador considera además: “En mi caso, necesito saberme la película de memoria, dramáticamente y, por ende, visualizarla en función de ello. La dibujo plano a plano, aunque esto termine siendo una guía para luego improvisar y divertirme; es como jazzear sobre una armonía que dominas”.
Al referirnos a los elementos que mediaron en la producción podemos mencionar que por vez primera, el ICAIC abrió su estructura de producción para un proyecto de bajísimo presupuesto donde, y esto es lo fundamental, cada uno de los realizadores disfrutó de la libertad de ejecutar de modo independiente su película, aseveró Víctor Fowler Calzada en su artículo de opinión Tres veces dos .
Lo anterior, un cambio radical en las estructuras productivas de la institución, fue consecuencia de las demandas hechas por los cineastas jóvenes que, en febrero de 2003, celebraron en el ICAIC la II Muestra Nacional de Nuevos Realizadores.
La obra fue realizada por un equipo de jóvenes –que hicieron su trabajo en diálogo permanente con un grupo asesor designado por el ICAIC (Fernando Pérez y Senel Paz). Sin embargo, el peso mayor de la realización recayó en un grupo de guionistas, realizadores, editores y actores muy jóvenes. Este fue el caso del fotógrafo, Luis Najmías Jr.
 La producción estuvo marcada por el uso de cámaras mucho más baratas, manuables y ligeras que las necesarias para filmar en 35 mm; edición en sistemas no–lineales que permiten –con la adecuada dotación– realizar una parte importante del trabajo en la casa misma del editor. 
Al decir del realizador Pável Giroud: “Flash, mi corto de Tres veces dos, estaba detenido en el ICAIC, era un proyecto aprobado pero no había manera de hacerlo... No era un trabajo de un chiquillo con talento, que se iba de foco, o tal vez sonaba mal, pero bueno…el típico trabajo independiente como el que hacía yo antes de esto. Y me preguntaron si con esas variables de producción que yo había usado, se podía hacer Tres veces dos. Les dije que estaba convencido que sí, cinco o diez gentes involucradas en un proyecto haciendo tres o cuatro cosas a la vez cada uno. Lo que necesitábamos era el dinero. Era risible cuando les presentamos el presupuesto. Decidieron hacer Flash, y si funcionaba el mecanismo, se hacían Luz roja y Lila. Así fue.”
Sin embargo, en la obra de este realizador están presentes también las influencias de su formación. En cierta ocasión expresó además: “Mi corto tiene más que ver con mi formación plástica, que con la tecnología”.
Sobre los problemas de financiación aseveró que solo emplearon un trípode de madera porque era el único libre en el ICAIC, una camarita que era de 3ccd, pero que no era ni siquiera DVCAM, era MiniDV, sin óptica intercambiable.
Por ejemplo, la exposición que se desarrolla en la película iba a hacerse con unas fotos gigantes, pero tuvieron que sustituirse por proyecciones ya que no había dinero.
Al referir el modo en que se organizó la estructura de trabajo Giroud, alegó: “Yo creo que aunque no hubiera estudiado diseño, haría siempre el storyboard, porque yo necesito saber los planos que no me pueden faltar. Tienes una idea de cómo te funcionan y al fotógrafo lo ayuda mucho.”
La obra está marcada, según sus realizadores, por elementos del video clip y la publicidad en cuanto a su necesario nivel de síntesis y dinamismo.
 

Anatomías del iceberg audiovisualEste corto se vale del recurso de la historia programada, es decir de forma externa se vislumbra una cierta coherencia o carácter regulado de la obra, y por otro lado ocurren acontecimientos totalmente marcados por el azar, que a través de la constante contingencia, nos atraen hacia la obra.
Es el efecto de atrapar al espectador con revelaciones, suspense, falsas pistas, la omisión de ciertos datos empleados como gancho y que son revelados solo al final. Esos “frenos”  necesarios de la obra, así como la concatenación de distinta etapas conforman el esqueleto narrativo de la obra.
Es un programa ya que la información no se ofrece de golpe sino de forma comedida, para contribuir cada vez en mayor medida a la resolución del conflicto presentado. Es un antiprograma porque opone ciertos obstáculos a la meta a través de la intriga de predestinación.
En su línea narrativa básica se encuentran los intentos del joven fotógrafo por encontrar a la extraña mujer que ha aparecido en sus fotos. Esta línea argumental tendrá una centralidad en el desarrollo de toda la obra. Podemos distinguir su inicio cuando el joven descubre la presencia de una mujer que siempre sale desenfocada en las fotos que realiza con la nueva cámara que le han regalado; el desarrollo está marcado por la búsqueda constante de la mujer fantasmagórica (por otro lado está preparando su exposición) y el final  ocurre a partir del momento en el cual descubre que aquella mujer, era una modelo que había muerto en el incendio de la tienda “El encanto” y la encuentra finalmente pero ya convertido en un ser espectral.
En cuanto a la estructura podemos mencionar que el punto de arranque es de por sí un dato anunciador, cuya significado  entenderemos solo al final. Se trata de una frase de la novela Memorias del subdesarrollo que da inicio al audiovisual: “Desde que se quemó El Encanto La Habana parece una capital de provincia”. A partir de ese punto se nos presenta a Arturo, un amigo de César que parte para una beca  en el extranjero, pero antes le regala su cámara fotográfica y rompe la foto de una extraña mujer, foto que César recoge y se lleva. Luego este último descubrirá que todas las fotos atrapadas por la cámara muestran a un extraño personaje que obsesionaba a su amigo.
La línea argumental principal comienza cuando César inicia la búsqueda de la mujer, tras haber sido conminado por su agente a que indagara en la identidad del personaje-incógnita. En el desarrollo César sale en busca de respuestas, es arrollado por su agente quien cree ver a la joven de las fotos. Finalmente el César espíritu se encuentra con la mujer-espectro.
Entre las líneas secundarias encontramos por ejemplo, la lucha de la agente por encontrar un lugar para la exposición de César; en oposición, César solo dedica sus esfuerzos a buscar a la mujer. Esta acción concluye cuando finalmente se inaugura la exposición.
En cuanto a su estructura podemos decir que en el punto de arranque, César recibe de de manos de su amigo Arturo, el regalo de la cámara que fuera de su abuelo.   En la exposición encontramos que la agente de César le informa que ya tiene el local para su exposición de fotos.   Y aparece un punto de giro cuando la agente elogia la presencia de una mujer en sus fotos a exponer.   En el desarrollo la agente lucha por la realización de la exposición mientras que en el pre- clímax, ella informa que  es inminente lo de la exposición y que asistirá un expositor cubano con residencia en New York. Ya en el clímax se realiza la exposición fotográfica y esta línea tiene como desenlace  que la agente le presenta al expositor de New York, un cubano radicado en Estados Unidos, el cual informa al fotógrafo quién es la mujer que aparece en sus fotos.   
Otra acción ocurre cuando César sale corriendo a buscar  a la mujer. El punto de arranque aparece cuando César se entera de quién es el extraño personaje, y va a su encuentro; por otro lado,  la agente quiere impedir que se vaya. Esta toma su carro para perseguirlo, lo cual se convierte en punto de giro. En el pre-clímax la agente se asusta y trata de frenar el carro al ver ante él a la mujer que César quiere encontrar. Sin embargo, ya en el clímax de la obra descubre que no fue a la mujer sino a César a quien ha matado con su carro.  Finalmente César se encuentra con el espíritu de la mujer.
 

Narrar es un placer 
En la obra predomina la mirada subjetiva ya que entendemos y percibimos el espacio narrativo y los acontecimientos que lo signan, a través de lo que ve, escucha, siente y percibe el personaje. De él se deriva la sensibilidad proyectada.
El montaje que se realiza es según la convención de tiempo y espacio, un montaje cronológico, donde un acontecimiento sigue al otro naturalmente. Por otra parte, podemos mencionar que aparece un narrador heterodiegético, el cual narra la historia desde afuera.
En cuanto a los códigos temporales y espaciales debemos alegar que el orden es lineal ya que el punto de llegada es distinto al punto de partida.
Por otra parte, se establece una relación entre duración real y duración aparente expresada a través de la elipsis, es decir, un periodo espacio- temporal que ha sido dejado fuera de la narración por considerar que no aporta nada a la historia y para crear una relación de complicidad, suspenso entre el realizador y el espectador.
El espacio es articulado fundamentalmente a través del montaje interplano, que puede ser de continuidad espacial o de discontinuidad espacial, cuando el segundo plano muestra un espacio distinto al visualizado en el plano anterior, pero claramente próximo en términos diegéticos.
 

 Ventanas sobre el iceberg

Algunos críticos aseveran que la obra se encuentra influenciada por el filme Vértigo y en especial  por el modo de concebir la estructura casi perfecta, cerrada de la obra.  Sin embargo, considero que no se trata de una influencia que limite sus capacidades creativas para recrear y transmitir una irrealidad que se alimenta de la vida.
 Flash logra ejercer una suerte de atracción constante sobre su público, dado sobre todo por su poder de síntesis y de manejar el suspense.
 El conflicto tiene una resolución inesperada y fatídica que trasciende los planos de la realidad, pero que no trunca el rejuego necesario con la verosimilitud.
Cada línea argumental logra un desarrollo coherente, y sobre todo, no se dejan cabos sueltos en sus desenlaces, aún cuando estos responden más al universo de lo onírico-espectral y por tanto cobran las licencias necesarias.
Con un dinamismo que nos recuerda las bondades del video clip, este grupo de realizadores nos regala una obra marcada por cierto tono confesional y escrutador con el que reencontrar el viejo fantasma de una ciudad que se confunde con sus ruinas y como centinela, perpetúa su peregrinaje a través del Flash. (Por: Yailín Alicia Chacón, Lis García Arango, Ariel Aymé Gómez, Lisandra Peña Palenzuela y Esmeralda Cardoso)


SITUACIONALIDAD
 

Ficha técnica general del largometraje Tres veces dos

Dirección: Pavel Giroud, Léster Hamlet y Esteban Insausti.
País: Cuba.
Año: 2003.
Duración: 84 min.
Género: Drama.
Interpretación: Verónica López, Susana Tejera, Félix Adrián González, Martha del Río, Olivia Manrufo, Caleb Casas, Zulema Clares, Alexis Díaz de Villegas, Elvira Cervera.
Guión: Pavel Giroud, Alejandro Brugés, Lester Hamlet, Xenia Rivery y Esteban Insausti.
Producción: Alberto Ciokler y Luis Lago.
Música: Pavel Giroud, Edesio Alejandro y X Alfonso.
Fotografía: Luis Najmías y Alejandro Pérez.
Montaje: Léster Hamlet, David Rodríguez y Angélica Salvador.
Dirección artística: Pavel Giroud, Vivan del Valle y Nanette García.[1]

SINOPSIS: Formada por tres historias. Historia I “Flash”: Un joven fotógrafo se estremece ante extrañas apariciones en su obra impresa mientras prepara la exposición que dará el impulso definitivo a su carrera. Historia II “Lila”: El enterarse del próximo regreso de aquel que fuera su amor de juventud, Lila es presa de sus recuerdos. Historia III “Luz roja”: Dos personajes solitarios suplen la inexistencia de amor con ensoñaciones sexuales hasta que la casualidad los junta en la luz roja de un semáforo.


Ficha específica del cortometraje a analizar:

Primer Cuento: Flash
Año de producción: 2003

Duración en minutos: 27 min

Producción: Alberto Ciokler y Luis Lago.

Dirección de arte: Pável Giroud

Director: Pável Giroud
Guión: Pável Giroud
Montaje: Léster Hamlet

Fotografía: Luis Najmías Jr.
Música: Pavel Giroud
Reparto: Georbis Martínez, Verónica López, Susana Tejera.


Sinopsis: Un joven fotógrafo se estremece ante extrañas apariciones en su obra impresa mientras prepara la exposición que dará el impulso definitivo a su carrera.

Conociendo al director y guionista Pável Giroud…

Graduado del Instituto Superior de Diseño, Giroud ha cursado estudios en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños y otros centros de enseñanza artística.

Sus trabajos han sido mostrados en Festivales Nacionales e Internacionales, obteniendo en muchos de estos importantes premios, incluido el Zenith de plata a Mejor Opera Prima, en el 28 Festival des film du monde, en Montreal por el film Tres veces dos. La Edad de la peseta, ha sido seleccionada para la sección Discovery del Festival de Cine de Toronto.

Como guionista, se alzó con el premio coral en la categoría de Mejor Guión Inédito en el XXVII Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano (Habana, 2005) con su proyecto cinematográfico Omertá y por su guión Emporio Habana obtuvo la Beca Fundación Carolina (España 2002) para Desarrollo de Proyectos Iberoamericanos.
En calidad de Director de Arte y Creador Gráfico ha colaborado en varios filmes y obras teatrales. Se ha desempeñado como operador de Cámara y Editor en Cortos de Ficción, Documentales y videoclips.


Premios otorgados a Tres veces dos:

Premio FIPRECI, III Muestra Nacional de Nuevos Realizadores, 2004.
Premio de la Escuela Internacional de cine, III Muestra Nacional de Nuevos Realizadores. 2004.

Mejor Ficción, III Muestra Nacional de Nuevos Realizadores, 2004.
Zenit de Plata a la Mejor Opera Prima. 28 Festival des film du monde. Montreal, 2004.

Premio al Mejor Filme extranjero de ficción. VII Festival Ícaro, de Cine y Video Centroamericano, 2004.

Premio del Círculo de Periodistas de la Cultura. XXVI Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, 2004.

Premio El Mégano de la Asociación Nacional de Cine clubs. XXVI Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, 2004.

Seleccionado entre los 10 filmes más significativos exhibidos en Cuba durante el año 2004. Asociación Cubana de la Prensa Cinematográfica.

Premio Mejor Película Extranjera. Festival Internacional Iberoamericano de Cine de Guatemala. 2004.

Premios Caracol a la Mejor Banda Sonora, Mejor Edición, Mejor Fotografía y Mejor Dirección de Arte. Unión de Escritores y Artistas de Cuba. La Habana, 2004.

Mención especial, otorgada por la Asociación Cubana de la Prensa (ACPC). Festival Internacional de Cine Pobre de Gibara. Cuba, 2005.

Mejor Edición. Festival Nacional Cine Plaza, 2001.

Mejor Banda Sonora. Festival Nacional Cine Plaza, 2001.

Mejor Diseño de Banda Sonora. Festival El Almacén de la Imagen, 2001.
Premio Vitral a la Mejor Fotografía. Encuentro Nacional de Video, 2001.


 

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